Nunca entenderé a aquellas personas que hacen preguntas sin sentido o tan evidentes que son incluso más difíciles de responder que cualquier otra pregunta compleja. ¿Es que hay personas que sienten impulsos irrefrenables de hablar? ¿o de hacer preguntas sin respuesta? Mi filosofía de vida siempre ha sido "Más vale callarse y parecer tonto que hablar y disipar toda duda", y yo soy la primera que lo cumplo. Las emociones humanas, a veces me resultan un mundo completamente nuevo y desconocido. Nunca he creido que el mejor modo de socializarse sea acribillar a base de preguntas, en su mayoría estúpidas o demasiado obvias. Preguntar que por qué se tienen determinados gustos o comportarse de determinada manera lo veo como preguntar que por qué existes o por qué respiras. Y dudo mucho que en la mayoría de los casos cuando se hacen preguntas así realmente se espera una respuesta que calme tu "curiosidad". Al igual que cuando se dan determinadas opiniones sin la misma educación o respeto, ¿realmente hay personas con el impulso o la irrefrenable necesidad de dar su opinión cuando ni siquiera se la piden? En fin, esto es lo que pienso, y advierto que es muy difícil hacerme cambiar de opinión en todo lo que se refiere a mis opiniones sobre el comportamiento humano.
Saludos
Otra cosa que me resulta bastante inexplicable es esta gente típica que se tira mazo de tiempo sin saludarte, de repente vuelven a charlar contigo, se retoma amistad, un día te dicen que vienen a Madrid y dices "vale, llámame el sábado a partir de la 1 y concretamos", no te llaman y para rematar se moskea esa persona contigo... y cerca de 3 meses después te viene a que le cuentes todas las novedades de tu vida como si tal cosa... en fin... hipocresía, así es como lo veo yo...
ResponderEliminarMenos mal que aún queda gente en el mundo que realmente vale la pena (como tú ;-) ) y por la que merece la pena vivir, luchar y tratar de hacer feliz :-)
Te quiero Mrs. Rossato :-P